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24 julio, 2011

Color Mamey

Amo los colores, personalmente suelo vestirme descolorida, pero gran parte de mi percepción del mundo es mediante la riqueza que la luz proyecta en mis ojos, suelo relacionar aromas, lugares y experiencias con colores, y cuando encuentro una fruta que comparte nombre con un color, paso mucho tiempo pensando cual de los dos habrá sido nombrado primero ( mucho más divertido que la gallina y el huevo). Esa clase de analogía sucede en mi país con una fruta llamada Mamey, se trata de un fruto de un intenso color naranja con cierta tendencia al rojo, de sabor suave, dulce, cremoso y de espíritu tropical. En México es muy popular en licuados (batidos de leche y fruta), no hay puesto de jugos y licuados que no ofrezca uno de mamey para desayunar, aunque por alguna razón el llamado "color Mamey" es más parecido al licuado que a la fruta, simpático.. ¿no?

Así que cuando ví en el puesto de frutas unos lindos mameyes esperando ser comprados, no podía dejar pasar la oportunidad de experimentar un poco con ellos y hacer unos cupcakes de color y sabor mamey. ;D El resultado me encantó, el pan queda suave y esponjoso, bastante húmedo, y con un toque de folclor mexicano ¡que vale la pena probar!. Complementé con un betún de queso crema y mamey.


Cupcakes Color Mamey:
  • 1 1/2 tza harina
  • 1 tza Azúcar
  • 1/2 tza Aceite vegetal
  • 2 Huevos
  • 1/4 tza Leche
  • 200g Pulpa de mamey madura
  • 1 cdita Polvo de hornear*
  • 1 pizca Sal
  • Las semillas de una vaina pequeña de Vainilla
Licúa la pulpa de mamey con la leche hasta formar un puré fino. En otro bowl cierne el harina junto con el polvo de hornear y la sal. Aparte bate el azúcar y aceite hasta integrar bien a velocidad media. Agrega los huevos y bate hasta aclarar la mezcla, unos 2 min. Vierte el puré y las semillas de vainilla hasta integrar, añade el harina poco a poco hasta que quede homogéneo.
Coloca capacillos en una charola de 12 cupcakes, y vierte la mezcla. Hornea a 200C° por 10 min y a la mitad de la cocción baja la temperatura a 170° hasta completar 20min o haciendo la prueba del palillo*.

*Para el nivel del mar, hornea a 175° por 20 min. y añade 1/2 cdita de polvo de hornear.

Betún de Queso Crema y Mamey: 
  • 1/2 tza queso crema
  • 1/4 tza de mantequilla
  • 1/4 tza de azúcar glass
  • 3 cdas de pulpa de mamey
  • 1 cdita. de vainilla
El queso crema y la mantequilla deben estar a temperatura ambiente. En un tazón bate el queso crema,  mantequilla y vainilla a velocidad media hasta mezclar bien. Cuando se haya formado una crema suave agrega poco a poco el azúcar e integra bien. Finalmente añade la pulpa de mamey y mezcla perfectamente. Este betún hay que mantenerlo en refrigeración para mejor consistencia y sabor ¡Delicioso!.

¡Espero que los disfrutes!.

01 julio, 2011

Divina Vainilla

Soy fiel creyente de que la verdadera perfección se encuentra en los detalles, pues son ellos quienes pueden convertir algo común, en algo extraordinario. Uno de esos detalles que hacen mas bella la vida, es la vainilla. No es un secreto que la vainilla nació en tierra azteca, pero pocos saben que fueron los Totonacas quienes perfeccionaron su cultivo, tanto que aún 300 años después de que los españoles descubrieran esta especie, los Totonacas siguieron siendo los principales productores y distribuidores de esta aromática planta. No cabe duda que la vainilla transformó al mundo, y sobre todo a la repostería, su aroma es tan sutil y tan poderoso a la vez que convierte algo cotidiano en toda una experiencia.

¿No creés que sería lindo regalarle a alguien un poco de este mágico aroma? qué mejor manera de hacerlo que con uno de estos cupcakes, que harán de su día, algo extraordinario, un detalle simplemente divino.

Cupcakes de Vainilla Divina:
  • 200 gr. de azúcar 
  • 140 gr. de mantequilla o margarina 
  • 2 huevos 
  • 230 gr. de harina 
  • 1 y ½ cucharadita de levadura 
  • 1 pizca de sal 
  • 150 ml. de leche entera
  • Las semillas de una vaina de vainilla*
*Se obtienen raspando el interior de la vaina de la vainilla.


Precalienta el horno a 180 C. Cierne el harina, polvo de hornear y sal, reserva. En otro recipiente mezcla la leche con las semillas de vainilla.

Batir a velocidad media el azúcar con la mantequilla, hasta que la mezcla se aclare y se integre bien. Agrega un huevo y mezcla bien, cuando este totalmente integrado se agrega el segundo huevo hasta que esté homogeneo. Añade el harina una cucharada a la vez, solo hasta que se integre una cucharada se añade la siguiente, sin prisas.

Vierte la mezcla de leche y bate hasta que la mezcla este tersa. Llena los capacillos a 2/3 de su capacidad y hornea a 180 C por 30 min, haciendo la prueba del palillo. 


Finalmente decora con este delicioso betún de vainilla, para mí uno de los más deliciosos. 

Swiss Meringue Buttercream:
  • 1/2 tza de claras de huevo
  • 1 tza azúcar
  • 1/2 tza de mantequilla a temperatura ambiente
  • Las semillas de una vaina de vainilla*
 *Si lo deseas usa extracto.

Mezcla las claras y azúcar en un bowl y lleva a baño maría, mezcla constantemente hasta que los granos de azúcar se hayan disuelto. Bate en alta velocidad con el batidor de globo hasta que la mezcla se llene de aire y quede blanca y esponjosa, a punto de turrón. Deja enfriar y cambia por el aditamento de pala, a velocidad media agrega la mantequilla una cucharada a la vez, verás como la mezcla se aguada, no te preocupes, continúa hasta terminar la mantequilla, poco a poco cambiará la textura y se convertirá en una crema firme, agrega la vainilla.
Para decorar utiliza una duya desechable, rellénala con el merengue y corta la punta, haz un simple swirl en el cupcake, sin pretenciones, a veces lo más simple es lo más especial ;D

Espero que los disfrutes!!!

03 mayo, 2011

¿De dónde vienen los cupcakes?

Se dice que el primer cupcake nació de un pequeño arcoiris que se formó sobre la migaja de un pan, un rayo de sol y un estanque cercano lo mantuvieron vivo, aquel panquecillo pronto creció hasta volverse del tamaño de una casa. Cerca de ahí se levantaba un joven pueblo en donde vivían muchos niños, cierto día cinco hermanitos jugaban en el estanque, cuando de entre los altos árboles alcanzaron a ver una luz multicolor, curiosos se acercaron a la extraña luz y se encontraron con lo que parecía un bizcocho gigante, parecía... pero no sabían lo que era, tenía una esponjosa cubierta que cambiaba de color dependiendo del lugar donde era observado y emanaba un aroma irresistible, de vainilla, chocolate y miel, ¿o era limón?. Cada uno dió una gran mordida al pastelillo gigante, el pan era tan suave que se deshacía en sus bocas y el betún tan delicioso que no podían dejar de lamer sus dedos, emocionados tomaron unas tazas y las llenaron con trozos de aquel extraño pastel para poder compartirlo con todos los habitantes del pueblo.

Uno a uno llevaron a los habitantes tacitas llenas de pastel hasta que todos los habitantes hubieron saboreado aquel descubrimiento, pero como era de esperarse, ¡se lo terminaron todo!, no quedaba ni un rastro en todo el pueblo, buscaron por todo el bosque pero no encontraron ni un “Cup-Cake” más. Tristes regresaron a sus casas, pero al llegar a ellas algo extraño sucedió, un instinto les invadió y ansiosos corrieron a sus cocinas, tomaron huevo, mantequilla, leche y sin saber cómo, comenzaron a crear pequeños cupcakes, de su mente surgían nuevas ideas, nuevos colores y mil sabores que intentar, todos los cupcakes eran únicos, ninguno se repetía, hicieron tantos que pronto el pueblo estuvo lleno de ellos, y los niños tuvieron que salir a regalarlos a otros poblados, contagiando de aquella magia a quien mordiera un esponjoso cupcake.

Es por ello que los nuevos cupcakes nacen de la imaginación de quien los prueba y porqué cuando alguien los come no puede evitar chuparse los dedos como un niño pequeño.

Ah lo olvidaba, a ese pueblo se le conoció desde estonces como Cupcakelandia.

¡¡¡Bienvenid@!!!